La Colaboración y el Distrito Sur de Nueva York

Este es un cuento preventivo. No se significa para criticar ni protestar. Se significa para advertirle a los acusados los riesgos que se corren cuando están pensando colaborar con el gobierno en el Distrito Sur de Nueva York. Hasta los abogados defensores, especialmente esos que no son de aquí, pueden no tener sospechas de lo que pueda pasar más adelante.

Los fiscales en el Distrito Sur de Nueva York son muy francos sobre sus propuestas, pero a veces la gente no quiere escuchar o quiere escuchar solamente lo que quiere escuchar. Los fiscales lo dicen de esta manera: “Usted nos informa todo lo que sabe, y entonces nosotros tomaremos una decisión si lo ‘contratamos’ como un colaborador. No le prometemos nada.” Puede ser que usted tenga que ir donde ellos dos, tres o cuatro veces para decir todo lo que sabe, para añadirle a lo que ya le ha dicho, para aclarar algunas respuestas que ya les ha suministrado y para explicar las contradicciones de lo que ha dicho anteriormente o de lo que otros han dicho de usted, y todo el tiempo ellos no le prometen nada y continúan subrayando que no le van a prometer nada. En algunos casos es posible que le exigan que se declare culpable conforme a un acuerdo que lo enviará a la cárcel por veinte años o más, si no están interesados en su colaboración.

En el caso de un narcotraficante bien conocido, extraditado de Mexico, cuyo nombre callo, aunque su nombre fue publicado en un dictamen del Tribunal de Apelación para el Segundo Circuito, el fiscal de los Estados Unidos indicó que él podía intentar colaborar con el gobierno pero solamente si se declaraba culpable de los cargos que resultarían en una condena por vida. El acusado pasó seis horas con la fiscalía contándoles todo lo que sabía. Ellos anotaron cada palabra, presumidamente enterándose de cosas que no sabían anteriormente, pero al fin y al cabo, le dieron las gracias por sus esfuerzos pero no le ofrecieron un contrato, y el acusado fue condenado a cadena perpetua.

El acusado apeló al Tribunal de Apelación quejándose que lo habían engañado, pero el Tribunal indicó, “Qué lástima, usted aceptó la oferta del gobierno de dejarlo colaborar sin promesas, y perdió. La fiscalía aparentemente no les interesó que usted colaborara. Y por ello no ejercieron su opción de dejarlo incorporarse en ‘Equipo América.’ Qué lástima, pero usted hizo su cama, y ahora tiene que acostarse en ella,” y el acusado actualmente está cumpliendo una condena de reclusión perpetua. Él sabe a quien me refiero y estoy seguro que está leyendo esta hoja informativa en su “residencia.” Ahora puede ser que en un futuro cercano llegue el día que lleven a cabo un arresto y el gobierno decida que necesita la colaboración de este acusado. Tal vez les haga falta un pedazo de la evidencia que tenían, pero como ha pasado mucho tiempo, puede ser que se les haya perdido, y necesitan reemplazarla. Como un mecánico que necesita una parte de repuesta de un automóvil, ellos lo llamarán para que suministre el pedazo de información que les hace falta. Es tan simple como lo he dicho en el Distrito sur de Nueva York. Todo se trata de lo que ellos necesiten. No tiene nada que ver con usted. Si usted puede beneficiarse de ello, muy bien, pero esto no se trata de usted. Se trata de ellos.

Ahora para ayudarlo a usted y a su abogado tomar una decisión si vale la pena correr este riesgo tan aterrorizante, necesitan decidir si el gobierno estaría interesado en lo que usted le quiere informar. No tiene nada que ver con que usted tiene mucho que decirles o de lo mucho que los puede ayudar. Su abogado puede asistirlo llendo donde el fiscal y haciendo lo que se llama “un ofrecimiento del abogado.” El le dirá al fiscal lo que usted quiere informarles solamente en términos generales, y ellos le podrían decir si están interesados o no. Su abogado podría ser más específico y podría obtener alguna indicación más específica de lo que ellos quieren. Pero esto es arriesgado.

La fiscalía está interesada. Y si su interés es igual al de ellos, entonces llegarán a un acuerdo. Si no, no lo lograrán, y no es nada personal. Puede ser que el gobierno esté interesado, por ejemplo, en procesar a alguien, y ellos lo escucharán y tomarán una decisión si usted puede “avanzar el juego,” como dijo un fiscal, y si no puede, no importa lo sincero o lo interesante y hasta lo servicial, en el sentido de que los está haciendo sentir más seguros de la evidencia que tienen, si usted no puede “avanzar el juego,” no le ofrecerán un acuerdo. Pues las buenas intenciones no importan. Muchas veces es el camino que lleva a uno al infierno. Así que si la información no “avanza el juego,” no ha hecho nada para beneficiarse. Tal vez ellos tengan un caso contra un acusado, por ejemplo, que les requiere probar que A,B,C, y D. Si les hace falta “C” y usted puede proveerles el eslabon perdido, usted conseguirá un acuerdo. Pero si usted solamente puede suministrar lo que ellos ya tienen, no obtendrá el acuerdo.

Otro error que usted puede cometer es suponer que el gobierno estará interesado en las cosas que usted le quiere decir, lo cual puede que sea cierto o no. Algunos acusados de alto nivel han cometido este error creyendo que su “pase” para “salir de la cárcel” es traerles a las autoridades información sobre corrupción en su propio país. ¿Qué les hace pensar que los Americanos están interesados en exponer la corrupción en otro país, especialmente si el gobierno está cooperando con ellos? O, ¿ porqué un acusado pensaría que si le informa a un agente de la DEA en Nueva York acerca de piraterías de autos en Miami, que él estaría interesado? Él no está interesado en pasarle información a Miami particularmente a otra agencia que no es la suya. Dios solo sabe que existe suficiente competencia dentro de esta agencia. Conozco a agentes que no estarían interesados aún informándoles acerca de narcotráfico fuera del área donde trabajan. Así de independiente funcionan estas agencies. Con una excepción: el terrorismo. Si usted tiene algo que informar sobre esto, cualquier fiscal o agente lo escuchará y actuará. Pero al final recuerde esto: Usted no es el que decide lo que les va a interesar a ellos . Ellos toman la decisión. Así que antes que se “vaya a colaborar” asegúrese que es lo que a ellos les va a interesar. De otra manera se va a sentir como que lo han engañado, y no es cierto. Usted solamente a hecho una suposición, que no tenía el derecho de hacer.

De este modo no se desilusione si, después que usted les ha contado todo lo que sabe, ellos le digan, “Gracias, pero no gracias.” Así es que trabaja el Distrito Sur de Nueva York y esos que ya han tenido esta experiencia, que han “amado y perdido,” y estoy seguro que ahora mismo están leyendo esta hoja informativa, saben exactamente lo que quiero decir. Algunos le echarán la culpa a la fisaclía porque han actuado de mala fé. Pero no es cierto. Ellos le indican claramente cuáles son sus riesgos, y como toda aventura en el juego, usted debe pesar sus desventajas y saber cómo mejorarlas como ya les he sugerido anteriormente. Trate de figurar qué es lo que ellos quieren, y si usted en verdad puede suministrar lo que ellos quieren. El acusado que cometerá el peor error es el acusado que está dispuesto a colaborar y lo único que el gobierno le dice es: Venga. Yo lo voy a escuchar pero no le haré promesas. Y entonces los agentes sacarán sus libretas, anotarán todas las cosas interesantes que usted les ha dicho y lo despedirán sin ofrecerle nada. Conozco a un acusado que lo está haciendo ahora mismo y no va a conseguir nada. Hay muchas personas cumpliendo condenas bastante largas – y ellos saben quienes son – que han aprendido esta lección a pulso. Yo estoy tratando de asegurar que aquéllos de ustedes que tienen intenciones de colaborar aprendan de estos errores.

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