Blakely — “cualquier cosa que causa cambio es una buena cosa.”

Tenemos el gusto de tener con nosotros al abogado David Zapp hoy en nuestras oficinas. Recientemente, el Tribunal Supremo decidió la causa Blakely v. Washington que sostuvo que un juez no puede acrecentar una pena basándose en su propia determinación. Aprovechamos su presencia en nuestras oficinas para preguntarle sobre la decisión en Blakely y el modo en que afectará a los acusados:

PL: Díganos, ¿qué piensa sobre la decisión en Blakely?

DSZ: Bueno, cualquier cosa que causa cambio es una buena cosa, pero creo que no ayudará a la gente grande ni a muchas de las personas acusadas en casos de droga.

PL: ¿Por qué?

DSZ: Debido a las condenas mínimas obligatorias. Tendremos la válvula de seguridad, Gracias a Dios, porque es un mandato por artículo legal. Si fuera solamente una enmienda a las pautas, uno no tendría suerte.

PL: Pero los fiscales podrían imputarle a los acusados cargos que no conlleven penas mínimas obligatorias.

DSZ: Sin embargo, ¿por qué lo harían? Ellos son fiscales. Lo harían para los colaboradores, pero no para los acusados comunes y corrientes. Pero eso es teórico ya que la válvula de seguridad permanece vigente bien sea que las pautas sean revocadas o no.

PL: De modo que las pautas son buenas para algunos.

DSZ: Para las personas que no tengan Condenas Mínimas Obligatorias. Los acusados de lavado de dinero van a salir bien. Los acusados de reingreso ilegal van a salir bien. Esas son causas en las cuales muchos jueces pensaban que para empezar las pautas eran demasiado severas. De modo que si a los jueces se les diera la libertad de dictar las penas usando su poder discrecional, las condenas para esas personas podrían ser mucho más bajas.

PL: Bueno, ¿no se aplicaría eso también a la gente grande que no tiene que encarar penas mínimas obligatorias?

DSZ: ¿Qué delincuente grande no tiene que encarar condenas mínimas obligatorias? Pero suponiendo ese panorama, dependería del juez. Quiero decir, que si a uno le toca un juez duro y el juez tiene la libertad de darle a un acusado de lavar dinero mucho tiempo, más aún de lo indicado en las pautas, lo hará. Pero en la mayoría de los casos, aún los grandes delincuentes deben salir mejor. Sabe, las pautas no eran tan malas cuando se trataba de ponerle freno a un juez que “ahorca”.

PL: Así que cree que el dictado de pena se hará del modo antiguo cuando los jueces daban las penas que querían dentro del intervalo establecido por el artículo legal.

DSZ: Sí, hasta que el Congreso salga con un nuevo plan, y me temo que el congreso podría salir con un plan más estricto todavía. Pero sería bueno si dejaran los “planes” a un lado y sencillamente permitieran que las cosas volvieran a ser del modo que eran antes.

PL: ¿Por qué cree que si fuera a haber un nuevo plan, sería peor?

DSZ: Porque los políticos no quieren parecer “suaves” respecto a la criminalidad. Nosotros llamamos a nuestros clientes “acusados”. Los políticos los llaman “delincuentes”. Cuando hacen la ley, la hacen en contra de delincuentes, no para los acusados. No piensan en los “derechos” del acusado.

PL: Pero el tribunal podría conservar las pautas y sencillamente no permitir que los jueces hicieran determinaciones de acrecentamiento.

DSZ: Podría hacerlo, pero no creo que lo haría porque el dictado de pena se basa en hechos, y cualquier plan que no permita determinaciones basadas en hechos no es un plan en absoluto. Podríamos tener a los dueños de la cocaína recibiendo las mismas sentencias que reciben los que entregan la cocaína.

PL: Bueno, ¿qué le parecería conservar las pautas y requerir sencillamente que todos los acrecentamientos sean decididos o bien por la admisión del acusado cuando se declara culpable o por los miembros del jurado que decidirían sobre los diferentes acrecentamientos más allá de una duda razonable?

DSZ: Bueno a nosotros, los abogados defensores, nos gustaría eso, pero a) es demasiado rígido y difícil de manejar, y b) los fiscales no lo van a aceptar.

PL: ¿Por qué no lo aceptarían?

DSZ: Porque una cosa es que un fiscal insista en que el cliente de uno es un supervisor, y otra cosa es comprobárselo a un jurado que por ley se supone que le dé al cliente el beneficio de la duda y que con frecuencia quiere darle una oportunidad al acusado, especialmente cuando acaba de determinar que es culpable. El fiscal quiere la barra de pan completa. El jurado queda satisfecho dándole la mitad y opina que ha hecho justicia. Y recuerde que es necesario que todas las doce personas del jurado decidan que el cliente es un supervisor, no solamente un fiscal o un juez. A los fiscales no les va a gustar eso porque les quita su potestad, y se lo darán a conocer al congreso.
“Aprovéchense de la incertidumbre.”
PL: Pero hasta entonces, ¿qué le diría usted ahora a los acusados?

DSZ: Aprovéchense de la incertidumbre. Le doy un ejemplo. Consideremos a un acusado de lavar dinero que puede que sepa que el dinero era de drogas o que no lo sepa. El fiscal insiste en que el acusado lo sabía, pero también sabe que dentro de unos meses este juez sentenciador le podría dar al acusado cualquier cosa que quiera si el Tribunal Supremo decide que las Pautas son nulas. De modo que el fiscal podría estar dispuesto a llegar a un arreglo: “si estás de acuerdo con las pautas ahora, no insistiré en un acrecentamiento basado en conocimiento de que el dinero era de drogas”. Eso es un trato, porque uno se ahorra tres puntos en el intervalo de las pautas.

PL: ¿Podría el Tribunal supremo decidir que Blakely no se aplica a las Pautas Federales De Sentencia?

DSZ: Claro que podría. Recuerde que cuando la decisión Apprendi todos nosotros pensamos que las Pautas Federales De Sentencia habían muerto, y no fue así. Pero hay una diferencia.

PL: ¿Cuál es?

DSZ: Bueno, la decisión Apprendi hablaba sobre las penas legales máximas. La decisión en Blakely habla sobre la sentencia “máxima prácticamente disponible”. Esa es una diferencia grande. Blakely dice, esencialmente, que es inconstitucional que se aumente la sentencia “máxima prácticamente disponible” para un acusado como resultado de la determinación de un juez respecto a un hecho que no fue determinado por el jurado y la aplicación de algún grupo de reglas de sentencia a tal hecho. Esa es la clave aquí. Eso significa que si las pautas dijeran que se espera que usted reciba 87 meses por el lavado de una cantidad “x” de dólares, esa es la sentencia “máxima prácticamente disponible”. Usted no puede recibir más tiempo. Lo que Blakely dice es que cuando un juez inflinge un castigo superior a ese máximo, eso es inconstitucional, es decir, un jurado no ha determinado todos los hechos “que la ley hace esenciales para el castigo”, y el juez excede su adecuada autoridad.

Hasta que haya un aviso ulterior del Tribunal Supremo, los abogados defensores deben de alegar que solamente aquellos hechos determinados por un jurado pueden ser la base para CUALQUIER cambio de una sentencia en sentido ascendente.

PL: Entonces, ¿cómo puede el Tribunal Supremo decir que Blakely no se aplica a las Pautas Federales De Sentencia?

DSZ: Porque son personas prácticas. Esto podría perturbar seriamente el sistema de justicia penal. El Tribunal podría hacer una distinción entre las Pautas Federales de Sentencia y el sistema estatal de Washington diciendo que las Pautas Federales de Sentencia son solamente “pautas” establecidas administrativamente, no son “normas” legislativas para las sentencias, pero ese sería un argumento falaz. Este pasaje de la providencia del tribunal nos da esperanza:

“Nuestros precedentes aclaran, sin embargo, que la condena “legal máxima” para los propósitos de Apprendi es la condena máxima que un juez puede imponer basándose solamente en los hechos reflejados en el veredicto del jurado o admitidos por el acusado. Véase Ring, supra, en 602, “El máximo que recibiría si fuera castigado de acuerdo con los hechos reflejados en el veredicto del jurado solament’” (citando Apprendi, supra, en 483); Harris v. United States, 536 U.S. 545, 563 (2002) (pluralidad de opinión)(Lo mismo); cf. Apprendi, supra, en 488 (hechos admitidos por el acusado.)”

PL: Entonces, usted cree que Blakely revocará las Pautas Federales De Sentencia.

DSZ: Yo no hago predicciones. Para mí, el argumento de que se puede plantear una distinción en las pautas no es intelectualmente honesto, pero no puedo predecir lo que el tribunal hará. El Tribunal podría encontrar algún modo de salir del desorden que va a causar.

PL: Entonces, puedo conseguir que diga que por lo menos se siente optimista.

DSZ: Nunca soy optimista. Hay 200,000 causas, de acuerdo con el tribunal de apelaciones del segundo circuito, que podrían estar afectadas. Ese es un incentivo bastante fuere para no perturbar el status quo, y he visto que cuando hay un conflicto entre la ley y el orden, por lo general el “orden” gana.

PL: Es pesimista.

DSZ: Soy realista.

PL: Bueno, muchas gracias por su tiempo, como siempre.

DSZ: Ha sido un placer.

← Volver a artículos | /Volver al principio

Comments are closed.