Clemens hallado no culpable de mentir sobre uso de drogas

Por Juliet Macur del diario The New York Times el 18 de junio de 2012.

Roger Clemens, quien intimidó hasta a los bateadores más destacados mientras se convertía en uno de los mejores lanzadores en la historia del béisbol, fue absuelto el lunes de todos los cargos que le imputaban haber mentido al Congreso en 2008 cuando insistió que nunca uso esteroides ni hormona de crecimiento humano durante su larga carrera.

El veredicto, el cual vino en el segundo día entero de deliberaciones en el Tribunal del Distrito de los Estados Unidos, fue una derrota significativa para el gobierno en su segundo intento fracasado de condenar al Sr. Clemens y con toda seguridad despertará criticas a los fiscales por invertir tiempo y dinero en casos contra atletas acusados de doparse.

A medida que los seis veredictos de no culpable fueron anunciados en la sala del tribunal llena, el Sr. Clemens se mordió el labio y parecía secarse lágrimas de sus ojos. Después de que el juez dijo, “Sr. Clemens, usted puede irse,” el Sr. Clemens abrazó a sus abogados y a su esposa. Él se amontonó con sus hijos, quienes lloraban de alivio. Su abogado principal, Rusty Hardin, dijo “Hemos esperado mucho tiempo por esto. Demasiado tiempo.”

El Sr. Clemens, de 49 años de edad y siete veces ganador del premio Cy Young Award por ser el mejor lanzador de su liga, había sido acusado de un cargo de obstruir al Congreso, tres cargos de hacer declaraciones falsas y dos cargos de perjurio en conexión a su testimonio a un comité de la Cámara de Representantes sobre su uso de drogas. Si él hubiera sido convicto de todos los cargos, él se hubiera enfrentado a hasta 30 años en una prisión federal.

Cada día de las nueve semanas del juicio, el Sr. Clemens permaneció estoico mientras estaba sentado en el escritorio de la defensa. Pero el lunes esa serenidad se esfumó. Con sus manos temblorosas, él le dijo a reporteros que él estaba “muy agradecido,” y después, cuando empezó a hablar de su carrera de 24 años, la cual culminó en 2007 con los Yankees, su voz se resquebrajaba.

“Puse demasiado esfuerzo en esa carrera,” dijo él después de pausar para reprimir las lágrimas. Un fanático en la multitud de más de cien personas gritó, “¡Adelante, Rocket!”

Los fiscales salieron del tribunal sin comentar sobre otra decepción en la investigación o procesamiento de atletas de alto perfil por crímenes relacionados con drogas para mejorar el rendimiento. En julio del año pasado, el juicio inicial del Sr. Clemens culminó en un juicio nulo el segundo día de testimonio cuando los fiscales mostraron al jurado pruebas inadmisibles.

La Fiscalía de los Estados Unidos en Washington envió una declaración agradeciendo a los miembros del jurado y fiscales y diciendo, “Respetamos el proceso judicial y el veredicto del jurado.”

Fiscales en San Francisco el año pasado obtuvieron solamente una convicción de cuatro cargos en contra del antiguo bateador Barry Bonds en una investigación que duró más de siete años. Él fue convicto de obstruir la justicia cuando él engañó a un gran jurado que investigaba el uso de drogas para mejorar el rendimiento entre atletas de élite. Él fue sentenciado a 30 días de arresto domiciliario pero está apelando su convicción. Una investigación federal de dos años del campeón del ciclismo Lance Armstrong concerniente al dopaje fue abandonada en febrero.

Los miembros del jurado en el caso del Sr. Clemens – ocho mujeres y cuatro hombres que se describieron a sí mismos como desinteresados en el béisbol casi por completo – se negaron ha hablar con reporteros el lunes.

Daniel Richman, un previo fiscal federal que enseña derecho penal en Columbia University, dijo que los miembros del jurado que llegaron a un veredicto el lunes probablemente no creyeron el argumento del gobierno que lo que este presentó como mentiras del Sr. Clemens al Congreso eran tan graves como para merecer tiempo tras las rejas.

“A fin de cuentas, se dio alguna combinación de que ellos encontraron que el gobierno no probó su caso, o que lo probó pero que a ellos realmente no les importaba,” dijo el Sr. Richman. “A los jurados les interesa tanto la naturaleza del crimen como el peso de las pruebas.”

Él dijo que para encontrar al Sr. Clemens culpable, el jurado hubiera tenido que creerle a Brian McNamee, el testigo principal del gobierno. Y el Sr. McNamee, un antiguo entrenador del Sr. Clemens, quien declaró que él inyectó al Sr. Clemens con esteroides y hormona de crecimiento humano, era un testigo demasiado corrompido.

Andy Pettitte, el lanzador de los Yankees y otro testigo del gobierno, también proveyó testimonio que probablemente afectó el caso del gobierno. Él le dijo al Congreso que el Sr. Clemens le había admitido a él en 1999 o 2000 que él había usado la hormona de crecimiento humano, pero se retractó en el estrado de los testigos, diciendo que estaba solamente 50% seguro de esto.

El rápido regreso del veredicto pareció venir como una sorpresa. El Sr. Clemens y sus cuatro hijos estaban haciendo ejercicio en la calle peatonal cerca del Monumento de Washington cuando el jurado anunció que había llegado a un veredicto, ellos tuvieron que apresurarse a cambiarse de ropa e ir al tribunal.

Él y sus hijos salieron de la sala del tribunal con los ojos rojos de llorar, pero se rieron cuando el Sr. Clemens les preguntó cómo se veía su cabello. “¿Apuntando para arriba, cierto?” dijo él y sus hijos se sonrieron.

Todo el tiempo, sin embargo, el Sr. Clemens dijo que él sabía que así fuera absuelto, él no podría salvar su reputación, la cuál él dijo había sido dañada permanentemente por las acusaciones del gobierno de que él había usado drogas para mejorar el rendimiento. Cómo esto afectará su lugar en la historia del béisbol no queda claro.

Su nombre aparecerá prontamente en la Galería de la Fama por primera vez, aunque el daño a la reputación del Sr. Clemens por este caso podría causar que él no recibiera suficientes votos de los escritores de béisbol para ganar la inducción.

El Sr. Hardin, el abogado que permaneció al lado del Sr. Clemens durante su testimonio ante el Congreso y el juicio, dijo que él tenía la esperanza de que el público viera al Sr. Clemens como un gran trabajador, no un tramposo.

“Espero que aquellos del público que llegaron a una conclusión antes de que hubiera un juicio se detengan y contemplen la posibilidad de lo que él siempre ha dicho: el usar esteroides y hormona de crecimiento humano es hacer trampa y es totalmente contrario a toda su carrera,” dijo el Sr. Hardin.

El gobierno comenzó su indagatoria después de que el Sr. Clemens fue nombrado en un informe de 2007 creado por el antiguo senador de los Estados Unidos George J. Mitchell, el cual expuso el amplio uso de esteroides y hormona de crecimiento humano en la Liga Mayor del Béisbol.

El Sr. Clemens enérgica y públicamente objetó a la inclusión de su nombre en el informe, lo cual llevó a que el Congreso convocara una audiencia sobre el uso de las drogas en el béisbol. Él y otros jugadores mencionados en el informe testificaron, y el Sr. Clemens testificó: “Permítanme ser claro. Nunca he tomado ni esteroides ni hormona de crecimiento humano.”

Los fiscales no le creyeron al Sr. Clemens, y él fue acusado formalmente casi dos años atrás. El gobierno lo representó como un mentiroso, desesperado por esconder el uso de las drogas del público para que él pudiera salvar lo que ellos llamaron “su marca.”

El Sr. Hardin dijo una y otra vez que el caso nunca debió haber sido presentado porque el Congreso había sobrepasado su autoridad. Después del veredicto, su equipo de defensa habló con tres miembros del jurado, quienes dijeron que ellos creyeron que el Sr. Clemens nunca había usado drogas, de acuerdo al Sr. Hardin.

“Ellos creyeron que todo esto fue un abuso del proceso,” dijo el Sr. Hardin de los miembros del jurado.

Al final, el juicio se convirtió en la palabra del Sr. Clemens en contra de la del Sr. McNamee, quien reclamó que él inyecto al Sr. Clemens con drogas para mejorar el rendimiento. El Sr. Clemens dijo que el Sr. McNamee solamente le inyectó vitamina B12 y el analgésico lidocaína.

Los fiscales concedieron que el Sr. McNamee era un testigo defectuoso pero dijeron que ellos tenían suficiente corroboración de su historia para ganar una convicción. La defensa dijo que él “falsificó las cuentas” para hacerle zancadilla al Sr. Clemens.

El jurado tomó el lado de la defensa.

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