Liberación Compasiva

Este es un caso de un acusado que le pidió a un juez que volviera a considerar su pedimento de una “liberación compasiva.” El acusado originalmente había solicitado una liberación compasiva debido a que en el centro correccional donde estaba alojado, FCI Miami, se estaba experimentando un brote de la enfermedad causada por el coronavirus, COVID-19. El juez le denegó el pedimento diciendo que el acusado no había demostrado “motivos extraordinarios y convincentes” para una reducción de su condena.

Pero algún tiempo después, el acusado renovó su pedimento pidiendo que el juez reconsiderara su fallo basándose en fundamentos distinto y citando una causa nueva, U.S. v. Brooker, 976 F3d 228 (2d Cir.), que les permite a los jueces una mayor amplitud de factores que pueden considerar, factores que hasta esta decisión del Segundo Circuito hubieran sido insuficientes para justifica una liberación compasiva.

Uno de los fundamentos fue que el BOP no trasladó al acusado a México tal como le habían afirmado al juez que lo haría. Parece que esto exasperó al juez:

Cuando supe en agosto de este año [2020] que el BOP había determinado en noviembre de 2019 trasladar al Acusado a una prisión mexicana para que cumpliera el resto de su condena en México, denegué su pedimento. ¿Cuál era el punto de darle al Acusado una liberación anticipada para que saliera de una cárcel en los Estados Unidos cuando el BOP lo iba a liberar de todos modos?

En dos ocasiones, sin embargo, como resultado de sus propios percances, el Buró de Prisiones perdió el [traslado] programado. Y ahora el Acusado espera, en cuarentena, en La Tuna, una FCI en las afueras de El Paso donde el coronavirus se propaga rápidamente sin cesar.

Él respaldó adicionalmente el hecho de otorgar el pedimento porque:

  1. El BOP perdió unas pertenencias personales del acusado “entre las cuales se encontraba su t’fillin” . . . [que son cajas de cuero hechas a mano] las cuales son fundamentales para las oraciones de la mañana de los judíos . . . Las t’fillin . . . “son valiosas ya que cuestan varios cientos de dólares y porque se acostumbra que el padre o el abuelo pasen las suyas a su hijo o a su nieto quien a partir de ahí las usan y las consideran algo preciado.”
  2. [El acusado] no ha visto a ningún miembro de su familia en cuatro años debido a que el gobierno les ha negado las visas a los familiares para que pudieran viajar a los Estados Unidos.
  3. Las deprivaciones han dejado [al acusado] enfermo tanto física como emocionalmente.

U.S. Brooker, 976 F3d 228 (2d Cir. 2020) justifica su decisión. El tribunal de apelaciones determinó que la Ley del Primer Paso autoriza a los jueces de distrito a considerar una “lista completa de razones” que pueden constituir “circunstancias extraordinarias y convincentes.”  

El juez señaló la causa de United States v. Hasanoff como evidencia adicional de esto:

El Sr. Hasanoff había cumplido aproximadamente siete años de una condena de 18 años. Su madre se enfermó de gravedad y necesitaba cuidado, y el acusado demostró una rehabilitación significativa, todo lo cual justificó una liberación compasiva.

Esos fundamentos, es decir la enfermedad de la madre y la rehabilitación significativa nunca hubieran justificado la “liberación compasiva” en el pasado.

Epílogo

El acusado fue liberado. El juez no solamente otorgó el pedimento sino que ordenó que el Alcaide de La Tuna lo pusiera en libertad en una fecha específica y a una hora determinada, para que pasara a la custodia de una persona específica, es decir al director del ICE. Entonces, ordenó al director del ICE que “rápidamente lo llevara a través de la frontera a las autoridades mexicanas de inmigración en Juárez, México, con instrucciones de que el fiscal “informara al Tribunal sin demora cuando el acusado fuera puesto en libertad y trasladado a la custodia de las autoridades mexicanas de inmigración en Juárez, México.”

El corazón se llena de ánimo al leer una opinión como esta. En esta opinión se dan detalles verdaderamente más informativos sobre la “lista completa de razones” a la que se hace referencia en U.S. v. Brooker, 976 F3d 228 (2d Cir. 2020).

Den esto a conocer. No hay una razón real, bona fide, que no se deba incluir en un pedimento para solicitar una liberación compasiva. Mientras más motivos, mejor.

David Zapp & Johanna Zapp 

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