Juez Excluye Declaraciones Dadas por un Colombiano Extraditado

David Zapp, abogado criminalista defensor, con bufete en la ciudad de Nueva York, convenció a una juez federal la semana pasada para que excluyera de las pruebas las declaraciones dadas por un acusado colombiano mientras que estuvo bajo custodia en Colombia. En el momento de su arresto, los funcionarios de la DEA no le informaron al acusado sus advertencias según el caso Miranda, las cuales tienen que ser dadas a los sospechosos bajo custodia antes de que se le hagan preguntas. Incluyen el derecho a guardar silencio, el derecho a un abogado, y el derecho a saber que cualquier declaración que den puede ser usada en contra de ellos. Los agentes pensaban que no estaban obligados a hacer esas advertencias mientras llevaban a cabo un arresto fuera de los Estados Unidos, pero en el tribunal, Zapp alegó que “hacer las advertencias según Miranda no debe depender del lugar donde un sospechoso es arrestado”.

Nos habló sobre su reciente victoria.

DZ: En primer lugar déjeme decirle que no fui contratado para luchar contra este caso, sino para negociar una declaración de culpabilidad. Sin embargo, durante las negociaciones resultó claro que el gobierno no tenía los medios de prueba suficientes para culpar al acusado de exportación de drogas a los Estados Unidos, el único delito cometido en el extranjero sobre el cual los Estados Unidos tiene jurisdicción en causas de narcotráfico.

El acusado era un director de tráfico aéreo que trabajaba en una sala de controles y se alegaba que había falsificado planes de vuelo para permitir que unos narcotraficantes volaran dentro de las fronteras de Colombia sin ser detectados. Aunque podría decirse que esto lo hace un cómplice conspirador en el narcotráfico, no lo hace un exportador. De modo que le dije al acusado que no debería declararse culpable. Al igual que muchas otras personas extraditadas, el acusado pensaba que debido a que uno estaba implicado en actividades de narcotráfico en Colombia, tenía que declararse culpable en los Estados Unidos. Esto no es cierto. Nadie debe declararse culpable en los Estados Unidos hasta que el gobierno de los Estados Unidos tenga evidencia de “exportación”.

LPS: Pero, ¿no es eso riesgoso? ¿Esperar mucho tiempo para anotar una declaración de culpabilidad?

DZ: No. El tiempo no es de importancia fundamental. Los fiscales en muchos distritos siempre están dispuestos a permitir que los acusados se declaren culpables en cualquier momento.

LPS: ¿Por qué?

DZ: Porque, en primer lugar, no quieren llevar esos casos a juicio. Un juez dijo una vez que nadie quiere que las causa sean juzgadas. Ni los jueces, ni los fiscales, ni los abogados defensores, solamente los acusados. Por ello, los acusados no deben renunciar a su derecho a que se celebre un juicio con demasiada rapidez, ni venderse demasiado barato. Esto es especialmente cierto en los casos de extradición.

LPS: ¿Por qué en los casos de extradición?

DZ: Porque los casos de extradición son insoportables para todos los involucrados. Hay que conseguir y traer a testigos de otros países. Hay que obtener medios de prueba de otros países, y se necesita que el Departamento de Estado con toda su burocracia se los consiga. Luego está el problema de traducir las grabaciones de conversaciones interceptadas, y seleccionar, de entre los miles de grabaciones, aquellas que usted quiere presentar. Durante todo ese tiempo, también tiene a los fiscales sacándole de quicio. Después viene el juicio en sí. Esa audiencia para la presentación de pruebas puede durar meses, además de la preparación antes del juicio que también puede tardar meses. Pero si un acusado se declara culpable, todo se acaba. No hay preparación para el juicio, no hay juicio. Una audiencia para la declaración de culpabilidad tarda de quince a treinta minutos, y el caso se cierra. Así que cada vez que un fiscal tiene la oportunidad de terminar una causa mediante una declaración de culpabilidad, lo hará.

De manera que no me preocuparía de hacer una decisión enseguida. El tren no se va a ir pronto, y uno siempre puede subir a bordo. Por eso siempre digo: presione a estos fiscales para ir a juicio y conseguirá una buena oferta para una declaración de culpabilidad. Un fiscal estará motivado a hacerle una buena oferta si cree que usted se va a ir a juicio. Ellos son humanos y no se quieren pasar los fines de semana en la oficina preparándose para su juicio si no tiene que hacerlo. Pero si usted terminara yendo a juicio, no es el peor de los panoramas, especialmente en Washington, D.C.

LPS: ¿Por qué Washington, D.C.?

DZ: Porque los jurados son magníficos en Washington, D.C. La ciudad de Washington en el Distrito de Columbia tiene una población afro-americana grande. Como resultado de ello, los jurados en su mayoría son afro-americanos que no sienten un afecto o compasión grande hacia la clase blanca dirigente que según parece dirige el gobierno federal. El gobierno de la ciudad puede que tenga sus dirigentes locales, pero la gente blanca se ocupa del gobierno federal. Una mayoría abrumadora de jueces son blancos. Una mayoría abrumadora de fiscales son blancos. Pero por lo general los jurados son negros.

Y aunque no estoy diciendo que los afro-americanos lo absolverán bajo cualquier circunstancia, ellos seguramente pondrán al gobierno a prueba. Esto no significa que los jurados blancos no puedan ser justos. En el caso de Lopesierra, por ejemplo, que fue juzgado en Washington, fueron eminentemente justos. Pero me estoy apartando del tema. En mi caso, el acusado fue arrestado en Colombia por la Policía Nacional Colombiana (Colombian National Police [CNP]) Después del arresto, CNP lo entregó a la DEA, diciendo que el acusado quería hablar con ellos (se ríe), y que el acusado, de acuerdo con los agentes, sencillamente comenzó a hablar (se ríe.) A pesar de que hay que reconocer que los agentes no le informaron al acusado sus derechos Miranda, ellos declararon que puede que le hayan hecho algunas preguntas al acusado para “aclarar” sus declaraciones.

Después de revisar el caso, el fiscal sabía que los agentes eran culpables, de modo que él alegó que no se había llevado a cabo un interrogatorio, sino que sencillamente había sido una conversación en una sola dirección de parte del acusado. Una conversación en una sola dirección no requiere las advertencias Miranda porque los agentes no hacen ningún interrogatorio. La juez no estuvo convencida, sin embargo, excluyó las pruebas que consistían en una declaración por escrito y todas las declaraciones orales dadas después de que los agentes comenzaron el interrogatorio.

Ella aceptó la historia de que el acusado realmente había acordado colaborar con la DEA, lo cual no es sorprendente, pero dijo que después de que comenzaron las preguntas, era un interrogatorio y que los agentes tenían que haber hecho las advertencias según Miranda. Sorprendentemente, sin embargo, no aceptó el argumento principal de la defensa—que las advertencias Miranda debían de haber sido dadas por la CNP porque la investigación era una “operación conjunta,” y cuando es así, todo el mundo tiene que seguir la ley de los Estados Unidos.

LPS: ¿Por qué cree que no fue sorprendente que la juez creyera que el acusado estaba dispuesto a colaborar voluntariamente?

DZ: Porque los jueces confían en que la información de un agente es en el interés de la justicia. El modo en que un fiscal gana un caso es trabajando con los medios de prueba presentados por los agentes. Aquí, los agentes admitieron su equivocación, de modo que eso hizo que la decisión de excluir las pruebas fuera más fácil para la juez.

LPS: Entonces, ¿por qué encontró sorprendente que ella no creyera que la investigación era “conjunta?”

DZ: Porque los medios de prueba eran abrumadores. Los agentes testificaron que la DEA había financiado la investigación, dirigido la investigación, trabajado “mano a mano” con la CNP, le había dado pistas a la CNP, habían proporcionado transporte, oficinas, habitaciones en hoteles y el equipo para las interceptaciones. Las reuniones fueron conjuntas y el agente de la DEA encargado de la causa, en sus propias palabras, “determinaba la dirección que la investigación tomaría.”

¿Cuánto más “conjunta” puede ser una operación? Creo que hay muchos jueces federales que hubieran determinado que en efecto era una “operación conjunta”. Este fue un testimonio tremendamente perjudicial y estará sujeto a discusión en casos futuros. Por primera vez un agente reconoció públicamente el modo conjunto en que se llevan a cabo estas operaciones. Y estamos hablando de un agente que ha estado en Colombia durante cinco años. Eso cubre muchas “operaciones conjuntas”. El agente debe ser felicitado por su franqueza.

Pero hubo también algo que no me sorprendió.

LPS: ¿Y qué fue eso?

DZ: Los jueces por lo general son intelectualmente honestos. Puede que sean conservadores y estén a favor del gobierno, pero siempre obedecerán la ley. La ley dice que los agentes de la DEA tienen que dar las advertencias Miranda en cualquier parte, y la juez siguió la ley. Lo que yo no capto es por qué los Estados Unidos se resisten a admitir que existen estas operaciones “conjuntas” en vez de sencillamente instruir a la CNP para que haga también las advertencias Miranda.

LPS: Muchas gracias por su tiempo, Dr. Zapp.

DZ: Es un placer.

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