Los mensajeros y la capacidad profesional de los defensores de oficio.

Pregunta: : ¿Cuál es la mejor manera de negociar un caso de mula si el acusado no tiene antecedente judicial y ha cooperado con la policía?

Respuesta: La mejor decisión depende de la prueba en contra del acusado, la corte en la que el acusado esté y ante que juez. Los mensajeros no tienen una defensa verdadera. Ellos no tienen derechos en la frontera y pueden ser examinados sin razón alguna. Cada país tiene derecho a proteger sus fronteras.

Pregunta: : Teniendo en cuenta las Pautas Federales, ¿cual cree usted que sería la mejor defensa de un joven que no sabe tomar decisiones y cuyo caso está en manos de un defensor de oficio federal? ¿Qué tan creíbles son estas personas‚Äîque reciben sueldos del estado y básicamente trabajan para él‚Äîcuando le aconsejan a un acusado declararse culpable? ¿Cuál es su mejor opinión en estos casos? Apreciamos sus consejos, ya que no contamos con los recursos para contratar a un abogado particular con experiencia en esta rama como usted.

Respuesta: La credibilidad de ellos es incuestionable. Su capacidad profesional varía. Eso depende de qué abogado le toque. Pero en Nueva York los Defensores de Oficio Federales son de los mejores, bastante capaces de manera uniforme. Y como ellos reciben un sueldo así un acusado guste de ellos o no, ellos no tienen nada que perder al ser honestos y sinceros con un acusado. En Nueva York, ser un Defensor de Oficio Federal es un gran honor, una posición bastante competitiva.

El único peligro de pertenecer a cualquier organización es que entre más tiempo uno lleve en ésta, más mecánico se vuelve, y menos se entusiasma con cada caso. Después de todo, ¿cuántos casos de mula o de pornografía puede tomar alguien sin llegar a aburrirse de ellos? Pero la noción de un defensor de oficio dándole la espalda a alguien, en mi opinión, es ridícula. Usted tiene mayor posibilidad de ser traicionado por un abogado particular, aunque hasta eso es bastante raro.

Sin embargo, los abogados particulares que son asignados por un juez, conforme a la Ley de Justicia Criminal (CJA) pueden tener otros clientes que demandan su atención. Un abogado particular tiene el problema de mantener su despacho a flote. Muchos abogados penalistas trabajan por su propia cuenta, y constantemente viajan de un tribunal al otro. Es una vida agotadora y sin mucho tiempo para reflexionar y concentrarse en un solo caso. Los abogados del CJA son compensados relativamente bien, por hora, pero se les paga al FINAL del caso, no al principio. Y ellos tienen que presentar comprobantes listando todos sus gastos y horas, uno por uno. Los abogados penalistas tienen fama ser malos a la hora de mantener archivos. No obstante, muchos abogados del CJA son bastante capaces, dedicados y cuentan con experiencia. Simplemente tienen intereses y preocupaciones diferentes de los Defensores de Oficio Federales, lo cual es entendible.

El hecho de que éstos defensores de oficio sean pagados por el gobierno no quiere decir nada. A ellos ni se les ocurriría favorecer al gobierno. Los jueces también reciben salarios del gobierno pero nunca nadie ha sugerido que ellos favorezcan los intereses del gobierno por eso.

Usted puede confiar en un defensor de oficio federal y si él es competente, usted se ganó la rifa. Puede ser que los Defensores de Oficio Federales carezcan de sutileza al decirle que tiene “cáncer legal.” Pero eso no cambia el hecho de que el diagnóstico sea correcto o la forma de resolver el problema.

Si un Defensor de Oficio Federal le recomienda declararse culpable, él está siendo sincero. Un abogado puede urgirle que se declare culpable en un caso difícil de ganar, con igual posibilidad de ganar o perder. Lo irónico es que hay abogados litigantes que realmente tienen miedo de litigar. Un abogado que nunca ha perdido un juicio puede no necesariamente ser un gran abogado. Simplemente puede ser que él o ella solamente vaya a juicio en casos que son definitivamente más fáciles de ganar. Los abogados que hayan perdido muchos casos pueden ser mejores. Ellos pueden haber perdido casos porque fueron a juicio en casos mucho más difíciles, en los que las posibilidades de ganar eran pocas. Lo que usted quiere es un abogado que no tenga miedo de luchar, pero que también sepa cuándo declararse culpable es la mejor alternativa. Simplemente recuerde, la cualidad más importante que un abogado pueda tener es la experiencia, y los defensores de oficio la tienen de sobra.

David Zapp

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