DMG es un caso “financiero” generado en Colombia en el cual los conspiradores fueron enjuiciados o se declararon culpables y fueron castigados‚Äîen Colombia. El cabecilla recibió treinta años. Panamá y Colombia ambos investigaron el caso y encontraron insuficiente prueba que demostrara que las ganancias estaban relacionadas con el narcotráfico. Pero Estados Unidos ha acusado formalmente a algunos de los conspiradores de cargos de lavado de ganancias de narcóticos y ha solicitado su extradición. ¿Qué espera encontrar el gobierno de Estados Unidos?
Lo que sucederá es que uno o más de los temerosos acusados va a traicionar a sus co-conspiradores y en un abrir y cerrar de ojos Estados Unidos tendrá la evidencia que Colombia y Panamá no pudieron encontrar. La mayoría, o quizás todos los acusados del DMG cooperarán y se declararán culpables de lavar ganancias del narcotráfico a sabiendas con la intención de ocultar su procedencia, a pesar de que ninguno de ellos es culpable de un crimen en los Estados Unidos.
La extradición inminente del previo presidente de Guatemala es otro caso que no le pertenece a los Estados Unidos. El previo presidente es acusado de haber saqueado la Tesorería guatemalteca. Dejen que Guatemala lo enjuicie.
¿Por qué extraditar a estos acusados? Por el dinero. Estados Unidos tiene más dinero en su presupuesto de “extradición” del que sabe como gastar. En vez de devolver los excedentes, el gobierno persigue a los “don nadie” y hasta aquellos que ni lo son. Ninguna agencia del gobierno quiere dejar de gastar ni un solo dólar a su disposición.
David Zapp