Respuesta al editorial New York Times

Si usted tuviera que ser preso en los Estados Unidos, ahora sería el mejor momento.
Debido al cambio desfavorable de la economía, el gobierno no tendrá la capacidad de mantener presos encarcelados por periodos tan largos como lo ha venido haciendo. Habrá que rebajar las sentencias, aumentar el crédito por buen comportamiento, e implementar sentencias alternativas. Iniciativas de firmeza contra el crimen tendrán que ser atenuadas o eliminadas por completo, y las sentencias mandatorias tendrán que ser reconsideradas.

La Oficina Administrativa de las Cortes de los Estados Unidos sugirió recientemente
“gastos mensuales de $2,076.83 [por preso] por encarcelamiento, y de $301.80 por supervisión.”

La semana pasada, el diario The New York Post publicó un articulo indicando, “Todos los fiscales del distrito, con la excepción de Manhattan, están reduciendo drásticamente la contratación de nuevos fiscales del distrito asistentes, con la expectativa de ahorrar el dinero suficiente para navegar la actual crisis fiscal…la oficina de fiscales del distrito de Bronx recortó su cohorte entrante de 50 a 10, mientras que Brooklyn recibirá solo 35 novatos en vez de los 60 que solía.” Esto quiere decir que el cargo de los fiscales incrementará y las negociaciones de pena tendrán que ser más generosas.

En Nueva York, las severas leyes Rockefeller contra las drogas están siendo reformadas.
En vez de recibir sentencias de encarcelamiento, ofensores no-violentos recibirán un tratamiento menos costoso para el estado. El Estado de California tiene órdenes de reducir su población carcelaria debido a que el sobre cupo de presos ha creado condiciones insalúbricas, y también como una manera de recortar gastos. El estado simplemente no puede permitirse el lujo de construir más prisiones. El Estado de Georgia ha ordenado que empleados estatales trabajen uno o dos días menos por semana. ¿Dónde serán hechos los recortes de recursos humanos? De acuerdo a informes, se verán hechos en Correcciones y su Sistema de Justicia Juvenil.

No será fácil para los reclusos en el comienzo. Programas serán cancelados, la calidad de la alimentación y el cuidado medico bajará y la “calidad de vida” se convertirá en materia de interés reglamentario. Eventualmente, las cortes van a intervenir y las autoridades carcelarias, si no hacen cambios independientemente, se verán forzadas a considerar la liberación temprana de los presos.

Inmigrantes deportables con ofensas no-violentas tendrán la ventaja. ¿Que sentido tiene mantener a un hombre o a una mujer en la cárcel para proteger a la sociedad cuando aquel preso no ha de formar parte de la sociedad? Algunos estados ya han implementado programas de “deportación temprana.” En Nueva York, un preso no-violento aguardando deportación puede ser puesto en libertad condicional “solo con fines de deportación” después de servir 50% de su sentencia. Esto quiere decir que si usted está sirviendo una condena de cinco años, usted puede ser deportado en dos años y medio. El sistema de prisiones de los EE.UU. tendrá que crear un programa similar. No puede darse el lujo de proceder de otra forma. Entre menos tiempo un preso este encarcelado, menos dinero será gastado en el o ella. Es así de simple.

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